Huérfanos del olvido, Lino Varela

Trailer
Huérfanos del olvido
  • Lino Varela
  • Trailer
Contexto

Las experiencias de los más de 30.000 niños evacuados a Rusia durante la Guerra Civil española. Una historia desconocida para millones de personas que se esconde por todos los rincones de España.

LA GUERRA QUE CAMBIÓ SUS VIDAS

Carolina G. Fernández-Miranda

Los años de la Guerra Civil y la posguerra no fueron fáciles para la ciudadanía española. Los recursos escaseaban y muchas familias buscaban soluciones de forma desesperada. El horror y la penuria fueron comunes en aquellos momentos, y la ciudadanía hacía lo posible para sobrevivir.

Algunas familias decidieron enviar a algunos de sus hijos al extranjero, a través de las evacuaciones organizadas por el bando republicano, para poder seguir alimentando al resto. Es el caso de los “niños de la guerra”. Hasta 35.000  menores  dejaron su país a tempranas edades para sobrevivir los años de guerra. La soledad que sintieron al alejarse de sus familias se vio subsanada, en medida, por los fuertes vínculos que crearon entre ellos y la unión que les mantendría fuertes en un país diferente, con otro idioma y otra cultura. Los “niños de Rusia” tienen un mismo origen, pero un destino completamente diferente.

Todo estaba dispuesto para la llegada de aquellos niños. Aprendieron el idioma rápidamente gracias a las clases que recibían y al servicio, en su mayoría ruso. También practicaron deportes que aquí apenas se conocían como el patinaje sobre hielo y el esquí.

Durante los años que duró la paz en Rusia, todos aquellos “niños”, coincidían cuando hablaban de una infancia feliz. Gracias a los cuidados y a la educación que recibieron, todos se sentían orgullosos de su segunda patria, aquella que les dio todo cuando no tenían nada. La mayoría de estos niños españoles finalizarían sus estudios obligatorios y continuarían con los estudios superiores. Tanto mujeres como hombres tuvieron acceso a una amplia oferta de formación, ya fuese universitaria o superior.

Muchos de los testimonios que dejaron estos niños, de adultos, fueron reveladores. Su infancia fue feliz, pero estuvo muy marcada por la separación de sus familiares, a los que muchos no volvieron a ver tras el periodo de guerra en nuestro país. Todos ellos coincidían en la idea de que jamás habrían podido acceder a estudios universitarios en la España de aquel momento. Mucho menos las mujeres, entre ellas, Pilar Giménez, una de las niñas exiliadas, que acabó siendo traductora de relevantes políticos y viajando por todo el mundo, según los testimonios recopilados  por Luis Fernández Préstamo: “En España jamás habría podido tener una carrera profesional en aquel momento”.