Basauri, 1923 – Karelia, 1941
Martín Peña
En Carelia exhumaron un plato, un katilu y una pala con el nombre y apellido de mi tío, unas monedas y una carta diciendo que era hijo de Juliana Ontoria y Plácido Peña, procedentes de Gumiel de Izan en Burgos y afincados en Basauri
“Huérfano de miliciano” (arriba, a la izquierda) en la ficha de Martín Peña emitida por el Gobierno Vasco previa a la evacuación.
Poema a Martín Peña
Mariyan Kostriguina | Марьян Кострыгина
Bishkek, Kirguizhia.
Martín Peña Ontoria
Un niño hispano-soviético
Estos días, en concreto el 27 de septiembre, se está celebrando el levantamiento del cerco de la ciudad de Leningrado. Y en Rusia se están realizando diversos actos de recuerdo y de homenaje a aquellas personas que tuvieron que sufrir el ataque de las tropas nazi-fascistas.
Fueron 872 días de asedio por parte de las tropas alemanas y finlandesas, que quisieron vencer por hambre a la ciudad cercada. Y entre aquellos que se encontraban en aquellas fechas en la ciudad heroica de Leningrado había también un grupo numeroso de niños españoles; de aquellos que fueron alejados de su Patria para resguardarles de los bombardeos y de las miserias desatadas por un levantamiento fascista; de aquellos que fueron acogidos con los brazos abiertos por el pueblo soviético; de aquellos que encontraron en aquellas lejanas tierras una segunda Patria.
El destino de estos Niños españoles en Leningrado fue diverso. Algunos pudieron ser evacuados por el Camino de la Vida, sobre las heladas aguas del lago Ladoga. Otros…
Declarada la guerra, se produjeron alistamientos masivos en todos los confines de la Unión Soviética. En Leningrado se formaron unos cuerpos de milicias populares para defender la ciudad. Entre quienes se presentaron voluntarios había más de 100 de aquellos Niños españoles que habían encontrado la paz en tierras soviéticas; y muchos de ellos encontraron la paz de los héroes acogidos en su seno por la tierra rusa.
Entre estos se encontraba Martin Peña, un niño bilbaíno evacuado a la URSS, el único de su familia que fue llevado fuera; aquí quedaron los demás, sus hermanos y hermana mayores… Ya en tierras rusas estuvo en Odessa y en Leningrado, estudió, trabajó. En 1941 tenía 18 años y se presentó voluntario para defender a su pueblo de adopción. Y allí quedó, perdido, en las tierras de Carelia, defendiéndolas eternamente.
Gracias a los esfuerzos de los grupos rusos de recuperación de la memoria, hoy tenemos noticia de su destino y podemos rendirle homenaje a él y, en su nombre, a todos los demás Niños españoles que cayeron y no pudieron volver a ver a sus madres, sus casas, sus calles…