Coincidencias

COINCIDENCIAS.

Me he comprado un libro solamente por el título: “Un caballero en Moscú”, de Amor Towlet. Naturalmente, lo que llamó mi atención fue la palabra Moscú. Leí una sinopsis del libro y ya empecé a mosquearme. Un hombre que es condenado a arresto domiciliario por 30 años en el Hotel Metropol, el mejor hotel de Moscú, en el año 1922. Yo viví en un hotel once años de mi vida.

Empiezo a leer y entre una cosa y otra este hombre pasea por la calle Tverskaya (en mi época se llamaba Gorki), llega a la panaderia-reposteria Filippov: en mi época había perdido el apellido, pero se encontraba en los bajos de mi Hotel, exactamente debajo de las ventanas de mi habitación. Desayuna allí porque hacen unas milhojas deliciosas, mi madre se derretía con esos pasteles. Termina y se da un paseo subiendo por la Tverskaya hasta los jardines donde se encuentra la estatua de Pushkin. Ese trayecto era casi diario para mí.

En sus recuerdos habla también de la torre Shujob que fue un hito de la modernidad en aquella época. Era una torre de radio de diseño novedoso, un orgullo para los rusos. Mi avatar desde hace unos 10 años es una imagen de una parte de esa torre. Cualquiera podría pensar que no hay nada de peculiar en esto, porque dos personas que hayan vivido en la misma ciudad podrían coincidir en el barrio o en la calle y hasta en el edificio de su apartamento, aunque ya empezaría a sonar raro. Pero es que el protagonista no camina por ningún otro lugar, es el único que menciona.

Busco la biografía del autor y resulta que es un americano nacido en 1962 y no dice en ningún momento de dónde saca las referencias para este libro, si es que ha visitado Moscú, o si ha leído tales y tales autores; solo dice que siempre le ha llamado la atención la vida de los rusos y que ha considerado que los americanos son ignorantes de lo relativo a Rusia y quiso escribir algo que hiciera comprender un poco como son sus gentes. En un principio la idea era únicamente describir la vida de una persona que tuviera que vivir en un hotel sin poder salir. Esta idea le surgió precisamente porque él, por su trabajo, tenia que viajar y visitar hoteles en diferentes países.

Un americano que escribe sobre los momentos muy especiales de los cambios ocurridos en Rusia, lo escribe para que se conozca cómo son los rusos y lo lee una española que nació en Moscú, vivió 11 en un hotel y que tuvo contacto con gente de muchas nacionalidades por vivir en ese hotel. Solo le faltó mencionar al hombre que le gustaba regalar caramelitos a los niños del hotel y que tal vez era Ho Chi Minh.

Ojalá que alguno de los que han vivido en el Hotel Lux y lean este libro me puedan decir si notan algo sospechoso. Somos unos cuantos los que aun quedamos pululando por este mundo. Tengo que desentrañar este misterio. He escrito a la editorial del libro a ver si me ponen en contacto con el autor. Quisiera preguntarle unas cuantas cosas. Si lo consigo, ya les contaré…

 * малина es colaboradora habitual de NR (один из наших).