Se me ha pasado mencionarte otra cosa que tiene una relación con España y que debes conocer cuando llegues a San Petersburgo.

Según llegas a la Catedral de San Isaac, el edificio ya te impacta por fuera, pero cuando entras la impresión te deja sin poder oír nada; tan abstraído te quedas pensando… ¿cómo es que yo no conocía esta maravilla?

Mientras, la guía empieza a explicar, acercando a los turistas a un busto esculpido en mármol, justo a la entrada, de un personaje vestido con un uniforme de general ruso. No atiendes mucho a las explicaciones, porque estás abstraído viendo el interior. Pero algo oyes. Dicen que el personaje se llama Agustín de Betancourt. Inmediatamente piensas, mirando los detalles de las columnas – debe ser un franchute…. y sigues atendiendo a medias. La guía explica que gracias a este hombre, un ingeniero increíble para su época, se pudo construir esta catedral, pues su enorme estructura está sobre un pantano. La guía sigue explicando algo más, pero ya no aguantas, y entras hacia el fondo de la catedral para maravillarte con la cúpula.

Ese Agustín no sé por qué se me quedó grabado. Y cuando llegué a casa y busqué en Google, me encuentro con la descripción de un personaje sacado de alguna novela. Agustín de Betancourt y Molina era español y para mas señas canario. Resulta que los rusos lo adoran porque gracias a su ingenio, San Petersburgo pudo ser construida y, en ella, el puente mas largo de la ciudad. También fue él quien ingenió la manera de levantar el obelisco frente al palacio de invierno, que es de una sola pieza, y también fue quien creó lo que hoy se llamaría ingeniería de caminos y puentes, que en su época se llamó Escuela de Caminos y Canales, la primera que existió en Rusia.

No te digo más porque mejor lo buscas tu misma y podrás enterarte de todos los detalles de su vida en internet. Pero lo que si te quiero contar es una historia que me fue contada de boca y pudiera ser que me fallen algunas precisiones; pero más o menos fue así: