Alicantina defensora de la mujer

Elvira Blasco Poqui, Alicante 1905. Pocos datos encontramos sobre ella. Sabemos por la “Gaceta de Madrid”, antecesor del BOE (Boletín Oficial del Estado), Nª129 del 9 de mayo de 1935, en su página 189, que se encontraba inmersa en un proceso de divorcio, “por abandono y otras causas“, contra el que era su marido: Benito Sáez Selva. Era secretaria femenina, del radio norte, del Partido Comunista de Alicante. El 18 de de febrero de 1939, aparece en el periódico alicantino “Nuestra Bandera”, firmando un artículo titulado: “Hablan las obreras – Casas cuna en los lugares de trabajo“, en el que insta a la creación de casas-cuna, junto a los talleres o en las barriadas, con el fin de aliviar a las madres trabajadoras del cuidado de sus hijos; ello, además, propiciaría la incorporación de mas mujeres a la vida laboral.  El lunes 6 de marzo de 1939, en el mismo medio, aparece una lista en la que se detallan los miembros elegidos, en la IV conferencia del partido comunista, que compondrá el nuevo comité provincial de Alicante. En dicha lista, encabezada por Antonio Guardiola López, aparece, entre otros,  el nombre de Elvira Blasco o Teresa Rodríguez Calvo, quienes, pocos días después, emprenderán el camino del exilio, via Orán, hacia la Unión Soviética. Al atardecer del 28 de marzo de 1939, salió de España en el barco Stanbrook rumbo a Orán. Mes y medio depués, previo paso por la cárcel de Argelia, parte para la URSS vía Francia. En la Unión Soviética se casó con el español Rafael Peña Dugo, trabajando en  Rostov, Aktyubinsk, Crimea y Dniepropetrovsk.

Rafael Peña, su marido, nació en Fuentecarreteros, provincia de Córdoba, el 6 de diciembre de 1906. En 1927 ingresó a la Aviación Militar en la Escuela de Mecánicos de Cuatro Vientos, donde se graduó en febrero de 1927. En 1930 tomó un curso de vuelo, graduándose en octubre de ese año. En enero de 1933, Peña, obtuvo el título de ametrallador bombardero (artillero/bombardero) en la Escuela de Tiro y Bombardeo de Los Alcázares. Antes de la guerra  tiene un accidente, el 9 de marzo de 1932, cuando su Nieuport-52 choca en el despegue contra el de Máximo Ricote Juana; ambos salieron ilesos.  Al estallar la guerra en España, Peña fue destinado como cabo piloto del Grupo de Caza N* 11, Escuadra N* 1 en Getafe, realizando sus primeras incursiones sobre la Sierra de Madrid. Su impetuosidad le llevó a disparar contra aviones amigos durante los primeros días del conflicto, cuando
tanto las fuerzas aéreas republicanas, como las fascistas, mostraban marcas similares en sus aviones. En una ocasión abrió fuego contra un Breguet 19 republicano, matando al observador, alférez Luis González Celma.  No fue la única vez que realizó “fuego amigo” contra sus compañeros.  El 6 de agosto de 1936, atacó a un ​​Nieuport-52 que habían despegado de Barajas. El futuro as de la aviación, Andrés García La Calle , sufrió heridas en una nalga, pero el comandante de la escuadrilla, capitán José Méndez Iriarte, se estrelló en campo enemigo siendo asesinado. Tras varios combates aereos más, que le propiciaron ir ascendiendo en el escalafón militar, llegó el día en el que la suerte le da la espalda. El 27 de septiembre es derribado por el italiano Guido Presel (Sanmartano). Pudo saltar en paracaidas, pero al estar herido en una pierna, es ingresado en el hopital de Toledo. Acertadamente, el siguiente día, muy poco antes de la toma de la ciudad por los fascistas, se fugó del hospital. Los regulares hicieron una matanza con los heridos. Finalmente la pierna se cangrenó y fue necesario amputárla. En marzo de 1937 aún figura en Alicante, donde había permanecido convaleciente en un hospital de la ciudad. Para entonces ya era capitán de las fuerzas aereas. Recuperado de lo peor de sus heridas, y con una pierna ortopédica, fue enviado a Francia como inspector de una de las escuelas de formación de pilotos republicanos españoles. Una carta mencionada en sus registros personales, lo sitúa en París el 31 de octubre de 1937. En enero 1938 Peña fue nombrado Jefe de Estado Mayor de la Agrupación de Defensa de Costas (Grupo de Defensa Costera). En marzo se convirtió en comandante del aeródromo de Puigcerdá y en mayo fue destinado a la plantilla del Grupo N” 71 de las Fuerzas Aéreas. La hoja de servicio de Peña señala que registró 54 horas de vuelo en junio, julio y Agosto de 1938, a pesar de tener una sola pierna.  El 12 de diciembre de 1938 se le concede la graduación de mayor del ejército del aire.  Al finalizar la guerra, Peña, cruzó la frontera francesa y se dirigió a la Unión Soviética. Allí trabajó en Rostov, Aktyubinsk, Crimea y Dniepropetrovsk.

Elvira  Blasco falleció, en Dniepropetrovsk, en el mes noviembre de 1978. Parece ser que Peña, una vez viudo, contactó con un hermano suyo residente en Madrid, quién le instó a volver a España. Voló a Madrid y tomo la decisión de retornar a su pais, pero antes hizo un último viaje a Moscú, para solucionar asuntos pendientes. El 7 de enero de 1981 la muerte lo sorprendió subiendo las escalerillas del avión que debía traerlo a su patria. Su cuerpo descansa en el cementerio Vagankosvkoe de Moscú.

Bibliografía

• López Permuy, Rafael A.  (Autor), López Caeiro, Julio  (Ilustrador) (2012): Spanish Republican Aces: 106 (Aircraft of the Aces) . Editorial Osprey Publishing
• La guerra Civil en Córdoba. Rafael Peña Dugo (17/03/2010)
• Gaceta de Madrid
• Hemeroteca del diario “Nuestra Bandera” de Alicante.