Historia de un minero

Ceferino Álvarez Rey, San Andrés de Rabandeo (León) 1907. Pronto su familia se trasladó a Turón, donde desarrollaría su militancia sindical y política. Miembro de una familia de tradición socialista, los 7 hermanos resaltarían por su filiación comunista y activismo, muriendo, cuatro de ellos, en la lucha contra el fascismo: Virgilio, asesinado en Urbiés (Mieres) el 18 de julio de 1938. Rogelio y Agustín fusilados en Oviedo el 13 de mayo y 9 de julio de 1938 respectivamente y Luis que falleció de enfermedad durante su internamiento en el campo frances de Argelès-sur-Mer.

Hijo de minero, comenzó a trabajar en la mina a la edad de 15 años.  Se afilió al partido comunista en 1924, siendo uno de los fundadores del PCE en Asturias. Desempeñó los cargos de miembro del comité ejecutivo regional y secretario general del radio de Turón, y participó en la creación del Sindicato Único de Mineros (SUM), del que llegó a ser secretario. Con 19 años fue miembro del grupo dirigente de la huelga de 1927, por lo que fue detenido y encarcelado durante un año. Viajó por primera vez a la URSS en 1930, donde permaneció 2 ó 3 meses, para realizar un curso de formación. Durante la revolución de 1934 combatió contra los cuarteles de la Guardia Civil de Turón y mas tarde frente al ejército en Campomanes. Fracasado el levantamiento se dirigió a Madrid, desde donde parte por segunda vez para la Unión Soviética, permaneciendo en ella hasta que el Frente Popular vence en las elecciones de febrero de 1936. Iniciada la  Guerra Civil fue nombrado comisario político.  Poco antes de la caida de Asturias logró salir de Aviles, con rumbo a Burdeos, en un pequeño barco pesquero. De nuevo en España, fue instructor del V cuerpo del ejército en la batalla del Ebro.  Una vez perdida la guerra consiguió, desde Cartagena y en un barco averiado,  milagrosamente  llegar a Orán.

Poco tiempo después abandonó Argelia, vía Francia, para dirigirse por tercera y última vez a la Unión Soviética. Allí trabajó en la fábrica de Camiones “La Molotova” de Rostóv, hasta que la URSS entró en la II Guerra Mundial.  Participó en la defensa de Moscú, en una compañía de españoles, a las órdenes del Capitán Peregrín Pérez. Posteriormente su unidad también participó en la defensa del Cáucaso.  Terminada la Guerra Mundial y tras un breve paso por Belgrado, llegó a Francia en Mayo de 1946, siguiendo las ordenes del partido. Allí se reencontró con su mujer e hijos, exiliados en la ciudad minera de Decazeville, a los que no veía desde hacía ocho años. Se estableció en Toulouse, donde trabajó de albañil hasta su jubilación, sin abandonar nunca su activismo político.

Bibliografía

• Fontalbat, Conchita y Álvarez, Ceferino (2010): Ceferino Álvarez Rey. Historia de un minero de Asturias (1907-2009) . KRK Ediciones
• CCOOntigo
• La Nueva España. 01-02-09