Gonzalo Barrena Diez, 30/08/2020. Asociación “Niños de Rusia”.
Alexander Pushkin (1799-1837) hizo acopio, en los los escasos años de su existencia, de obras y desafíos en cantidad notable. En uno de ellos, el último, se jugó la vida y la perdió, en un duelo a pistola con un ínclito militar francés.

El ruso, insumiso por partida doble -al rey y al pueblo- presumió de obedecer siempre, y en exclusiva, al arte y a si mismo, como buen romántico. Lo confiesa en el poema adjunto, con implícitas alusiones a la libertad de publicación y a la propia revista que funda un año antes de su muerte, El Contemporáneo (Современник), dedicada a la literatura y no exenta de sátira y humor.