“Todo comenzó con esa maldita guerra” de Vladimir Merino Barrera

Una de las niñas que salió, junto con su hermano, en la expedición de los niños de la guerra desde Santurce  fue Carmen Barrera, madre del autor y que en la novela está representada por el “alter ego” de Josefina.

La protagonista narra a su nieta sus aventuras y desventuras de esa dura parte de su vida junto con otros muchos niños, luego jóvenes. Los primeros años de infancia y luego con la Segunda Guerra Mundial, Josefina vivirá emocionantes experiencias rodeada a veces de comprensión y cariño, a veces de soledad y frustraciones; el encuentro de su primer amor en Moscú, las dificultades de repatriación y una vez conseguida esta, las nuevas complicaciones para incorporarse a una sociedad dominada por la dictadura de Franco, antagónica con la de Stalin, en la que ella fue educada. Es un relato cargado de sentimiento y fortaleza emocional de la protagonista; capaz de hacer frente a dramáticas situaciones durante años, sin perder nunca el norte de su integridad y el deseo imperioso de volver a recuperar el calor familiar. –Párrafos de la presentación del propio libro-

Cada historia de cada uno de aquellos niños es una novela. Es incalculable el valor de los relatos nunca escritos que se han perdido y que ya nunca  conoceremos. Por eso hay que agradecer a Vladimir Merino que haya escrito los de su madre.

Además de ser una historia entrañable, es un libro bien estructurado en el que se cuenta como transcurría la vida en las Casas de Niños, el duro periodo de Gran Guerra y postguerra y el retorno. Y las ilumina a través de fotografías y cartas.

Fui testigo del coloquio que organizó la ONCE (en Madrid), que había difundido en audio entre los socios de su club de lectura. Durante dos horas hubo intervenciones de sus ‘lectores-escuchantes’. La emotividad del debate da cuenta de que el libro llega: su lectura es cercana, sincera y recomendable.

Pablo Fernández-Miranda

Habilidades

Publicado el

12 mayo, 2020