El niño de la guerra, de Bela Martinova

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Bela Martinova es hija de los niños de la guerra Santiago Martínez Pelayo y Victoria Fernández Marceñido, evacuados de Gijón en septiembre de 1937 y alojados respectivamente en Pushkin (Leningrado) y en la Casa 3 de Moscú.

La familia regresa a España definitivamente en 1971, tras una repatriación temporal en 1956, con regreso a la URSS apenas un año después. Bela, con trece años ya en el segundo retorno, estudia Filosofía en España y completa su formación en Moscú y San Petersburgo, doctorándose en Filología Eslava por la Universidad de Barcelona en 1999. Todo ello se refleja en la impecable redacción de las memorias de sus padres, quienes narran en primera persona su trayectoria vital.

El libro consta de 142 páginas y ha sido editado por Libros Libres en 2008. Su prosa es limpia, y fiel a la memoria de los narradores, quienes describen en primera persona la odisea compartida por todos los nuestros. La versión De Santiago, el padre, es más detallada y el lector tiene la sensación de haber asistido a toda una vida cuando su protagonista apenas ha cumplido los 18 años. No hay idealización en el relato, tampoco resentimiento. La prosa sencilla y pulcra se ajusta a los días y a los trabajos sin contemplaciones, dejando un balance equilibrado del periplo personal. Quizá los itinerarios de otros niños hayan discurrido con mayor o menor dificultad, pero los que se describen aquí están impregnados de realismo y libres de drama. Las cosas ocurrieron así y así se cuentan.

La extensión moderada de la obra y su estilo limpio, sin adornos, de sencilla y profunda belleza, permite leerla de un tirón.

Gonzalo Barrena, 30 de diciembre de 2020.

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Publicado el

30 diciembre, 2020